viernes, 3 de febrero de 2012

De sastres de jueces

Es fácil caer en los lugares comunes y decir - parafraseando al exalcalde jerezano Pedro Pacheco - que la justicia es un cachondeo, cuando a uno no le parecen bien ciertas sentencias judiciales. Es como quejarse de los árbitros cuando crees que perjudican a tu equipo.

Pero claro, una cosa es la justicia y otra la legalidad, del mismo modo que una cosa es la verdad y otra lo que seas capaz de demostrar. Me decía un amigo abogado que, en un juicio, hay tres verdades: la de la acusación, la de la defensa y la del juez. La cuarta, la verdad verdadera, no es relevante. 'En este mundo traidor, nada es verdad ni es mentira...' decía Ramón de Campoamor.

La decisión del jurado popular de declarar al expresidente del Partido Ídem en la Comunidad Valenciana 'no culpable' es difícil de digerir. El sastre con nombre de torero, José Tomás, no ha conseguido la condena de Camps pero sí someterle al ridículo de oir sus conversaciones con cabecilla de la trama Gürtel, diciendo aquello tan entrañable de 'amiguito del alma, te quiero un huevo', a su mujer lo de 'te has pasado veinte pueblos' tras recibir un detallito del Bigotes y a Ric Costa pedir '100 gramos de caviar'. La calidad democrática y judicial parecen estar a la altura de la musical y coreográfica de 'Paquito el chocolatero'? ¡Viva la pandereta levantina!

Mientras tanto, el juez Garzón - jaleado por el PP cuando se atrevió a investigar el GAL durante el gobierno socialista - acumula tres imputaciones en el Tribunal Supremo. Una de ellas a causa de la trama de financiación del PP y otra, la más indignante, por la aplicación en España de la doctrina con la que acusó a Pinochet: los crímenes contra la humanidad no prescriben. Entonces, no parecía molestar; ahora, el amparo judicial a las familias de los desaparecidos por el terrorismo franquista, es una prevaricación que atenta contra la Ley de Amnistía denunciada por un sindicato ultraderechista y por la Falange. La sombra franquista sigue siendo alargada en un país donde el partido que gobierna sigue sin condenar la dictadura y su terrorismo de estado.

Aunque a veces surjan motivos para la esperanza, como la imputación de los responsables del violento desalojo de los indignados de Plaza Catalunya, casos como los anteriormente descritos o el artículo 56.3 de la Constitución - 'la persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad' - hacen difícil creer, como afirmaba nuestro olvidadizo e inviolable monarca acaso pensando en su emprendedor yerno, que todos seamos 'iguales ante la Ley'. Algunos parecen más iguales que otros...

1 comentario:

  1. Molt agut i molt d'acord! Efectivament al nostre país està governat per un partit que no sols no ha condemnat la dictadura i tot el seu terrorisme, sinó que es desfà amb elogis a la mort d'un dels seus més grans botxins. I a més està regnat per un monarca irresponsable i inviolable que ha oblidat tranquil·lament l'origen de la seva corona i que no ha rebutjat ni claudicat mai el seu jurament als principis del movimiento que va precedir la seva imposada coronació. Potser per això a tots aquests personatges no els interessa recordar i prefereixen que tots aquests fets quedin a l'oblit com aigua passada fent un atemptat a la nostra memòria col·lectiva
    Una última cosa: Felip Puig, Felip Puig... no creguis que te'n sortiràs tant ben parat! Ja t'arribarà l'hora de la demanda de responsabilitats!
    I segueix escrivint!! Bona i freda nit!
    Carlota

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