viernes, 23 de diciembre de 2011

Menudo viaje

Cuando un gobierno, en este caso la Generalitat, nos dice que su objetivo prioritario es 'salvaguardar el transporte público', hay que echarse a temblar porque es la contraseña neocon que significa 'vamos a degradarlo'. Pero si esta coalición, ahora en el gobierno, denunció los importantes aumentos en el transporte público en 2009 cuando era oposición, podíamos pensar que ahora actuaría en consecuencia y haría un esfuerzo de financiación que evitase un aumento descabellado que mermase aún más el poder adquisitivo de las personas, sobre todo de las más necesitadas en estos tiempos tan difíciles. Lo más delirante es que en 2009, la denuncia la hacía el entonces alcalde de Sant Cugat, Lluís Recoder.

El conseller de Territori i Sostenibilitat, Lluís Recoder, - sí, el mismo que denunciaba en 2009 el aumento de la T-10 - ha querido maquillar el brutal aumento previsto para 2012 destacando la aportación de la ATM (300 M€, +6,3%) y rebajando ciertos títulos de transporte (T-Trimestre, T-Mes y T-Jove) y descuentos para los parados que cumplan ciertos requisitos de renta. Encima, en su nota de prensa, tienen la caradura de llamar 'mejora de las tarifas' al brutal aumento en términos generales. Pero querer ocultar la realidad es tan difícil como meter en el agua uno de aquellos balones de playa de Nivea. Por mucho que lo consigas por un momento, acaba saliendo a la superfície.

El abono más vendido, la T-10, ha sufrido un aumento del 12,1 % (de 8,25 a 9,25 €), duplicando el aumento tan criticado por CiU el 2009 (6,9%). Aunque el aumento ha sido aún más brutal en el billete sencillo, ¡un 38%! (de 1,35 a 2 €), lo verdaderamente grave es el aumento en la T-10 ya que representa el 84% de tarjetas vendidas y el 74% de los usuarios. Dado que el IPC previsto para el 2012 es del 3,4% y los sueldos - en el caso de tener trabajo - difícilmente aumentarán a esos niveles, es un claro ataque a las personas que utilizan habitualmente el transporte público. En 2009, el aumento de la T-10 fue de un 5,4% más respecto al IPC, para el 2012, el diferencial previsto es del 8,7%. Los números cantan, más aún cuando se recortan líneas y frecuencias de servicio, aunque no llegan a atreverse a eliminar el metro nocturno los sábados. Para acabar, y aunque en términos absolutos sólo son 9€, la 'mejora de la tarifa' del Bicing es un aumento del 25%. Para promocionar la bici, debemos suponer.

Si además, se comparan estos incrementos con las medidas a favor del coche privado - descuentos en peajes para altas ocupaciones, vehículos menos contaminantes y uso frecuente, reducción del impuesto de matriculación del 3% al 7%, incrementos en el Àrea Verda del 2% al 2,6% y gratuidad para los residentes sin sanciones - queda en evidencia que transporte están priorizando y, por tanto, que Lluís Recoder miente como un bellaco cuando afirma que quieren promocionar el transporte público. Está claro que lo que promocionan es el transporte privado.

Barcelona es una de las ciudades europeas en que el coste del transporte soportado por los usuarios es mayor - en porcentaje, sólo tras Berlín - pero a la falta de financiación que produce una política fiscal regresiva le llaman déficit. Y encima tenemos que oír que se quiere fomentar y salvaguardar el transporte público. 'Se'ns pixen a sobre i diuen que plou'.

Quizás la solución será imitar la huelga de tranvías de 1951 en Barcelona por aquello de que la historia se repite, primero como tragedia y luego como farsa.

1 comentario:

  1. en el nombre de la crisis todo vale y, donde dije digo digo diego, son los nuevos paradigmas políticos del nuevo y 'próspero' 2012, 2013, 2014,... jesusito de mi vida que me quede como estoy

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