jueves, 3 de enero de 2013

2013: Código Puig


Curiosidad numérica: 2013 es el primer año en que no existe ninguna cifra repetida desde 1987. Pese a la inutilidad aparente de este dato, un profundo estudio numerológico esconde una fascinante clave: el Código Puig. Si el 1987 fue el año en que Felip Puig comenzó su carrera política como concejal en Parets del Vallès, el 2013 contiene las cuatro cifras que, acaso como epitafio político, mejor definen a tan siniestro personaje. Estos dígitos en orden decreciente son la cuenta atrás que marca su salida:

3: Cuando Pasqual Maragall lanzó su famosa acusación sobre el problema de CiU con el 3%, todas las miradas apuntaron a Felip Puig, último conseller de Política Territorial i Obres Públiques con Pujol y expresidente del Consell d'Administració d'ADIGSA, empresa pública donde presuntamente se cobraron las comisiones. Puig no llegó a estar imputado pero sí sus cargos de confianza.

2: La BRIMO (Brigada Mòbil) - antidisturbios de los Mossos d'Esquadra -, un 2% del total de efectivos del cuerpo policial, ha disfrutado con Felip Puig de una impunidad inaudita, que alcanzó su máximo 'esplendor' en el desalojo de Plaça Catalunya del 27 de mayo y en las actuaciones en las huelgas generales del 29 de marzo y 14 de noviembre. Absoluto apoyo a la violencia desaforada realizada por estos paramilitares - individuos armados no identificados - que han agredido con violencia a ciudadanos pacíficos e incluso mutilado a personas como Ester Quintana, cuando su misión es protegerlos.  Han actuado con la brutalidad policial de dictadura sudamericana y el anonimato de los paramilitares colombianos.

1: Somos el 99% - como dijo Occupy Wall Street y recoge este blog -, pero los poderosos del 1% siempre tienen a algún mamporrero que defienda sus intereses y privilegios. En este caso, frente a la amenaza que para ellos representan los 'descamisados' catalanes que han salido a la calle a defender sus derechos, ese dudoso honor ha recaído en el conseller del bate de béisbol.

0: Nivel de credibilidad con el que ha acabado su mandato Felip Puig. El esperpéntico final ha tenido tres actos, las tres comparecencias en que ha explicado que a Ester Quintana no la podían haber destrozado el ojo sus chicos sino el tirachinas de algún peligroso antisistema. En cada declaración, un nuevo documento gráfico ponía en evidencia sus mentiras. En la última, ofreció la cabeza de Sergi Pla, comisario de las BRIMO.

En el momento de escribir estas líneas, con la formación del nuevo Govern de la Generalitat, Felip Puig ha pasado de Preocupación (de los ciudadanos) a Ocupación (la Conselleria). Tras la patada, su culo ha demostrado una extraordinaria habilidad para caer en un nuevo sillón.

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